Una de las piedras en el camino de la aceptación de la tecnología es su desconocimiento. A veces ese desconocimiento no es por defecto sino por exceso de prejuicios. Puede que prefiera mil veces el acercarse a ella con un vacío total y una falta total de motivaciones y sentimientos de un signo u otro a, como desgraciadamente sucede en más de una ocasión, acercarse a la tecnología “resabiado” con tópicos o lugares comunes como el que titula el capítulo.
Efectivamente muchas empresas actuales siguen viendo la tecnología como un problema. Pasados los tiempos en los que el disponer de un ordenador o una red para conectarse eran cuestiones sólo reservadas a las grandes empresas que disponen de un departamento de sistemas, aún no llegamos a pasar del todo los tiempos en los que la tecnología no se ve sino como un problema en muchos sentidos.
Veamos en qué direcciones más comunes apunta la tecnología como un problema e intentemos argumentar en contra. Descubrirá que muchos de los argumentos esgrimidos en contra de la tecnología se apoyan en un desconocimiento de lo que es, en un conocimiento erróneo o en un retraso con respecto a las posibilidades que hoy ofrece.
Efectivamente muchas empresas actuales siguen viendo la tecnología como un problema. Pasados los tiempos en los que el disponer de un ordenador o una red para conectarse eran cuestiones sólo reservadas a las grandes empresas que disponen de un departamento de sistemas, aún no llegamos a pasar del todo los tiempos en los que la tecnología no se ve sino como un problema en muchos sentidos.
Veamos en qué direcciones más comunes apunta la tecnología como un problema e intentemos argumentar en contra. Descubrirá que muchos de los argumentos esgrimidos en contra de la tecnología se apoyan en un desconocimiento de lo que es, en un conocimiento erróneo o en un retraso con respecto a las posibilidades que hoy ofrece.